אין דברי תורה מתקיימין אלא במי שממית עצמו עליה שנאמר זאת התורה אדם כי ימות באהל La Torah solo perdura dentro de una persona que sin descanso se esfuerza en ella, como dice el Pasuk (Bamidbar 19:14), “Esta es la ley de la Torah acerca del que muere en una tienda…” (Berachot 63b) Déjame presentarte a David. Hace unos años, solía dar charlas junto con un amigo mío en la casa de una mujer Israel Marroquí los temas trataban acerca de la filosofía Judía. Una anfitriona muy amable y de fuerte personalidad, ella reunía a grandes grupos de gente que venían a escuchar los interesantes seminarios que regularmente dábamos. Dejando a todos inspirados y cautivados, era un gran éxito. Mientras que su esposo, David, también asistía a las clases, el claramente no estaba muy interesado. Amablemente ingresaba a la habitación donde la clase se estaba dando con su yarmulka y se esforzaba por escuchar la charla, pero tan pronto como se terminaba, se quitaba la yarmulka. Seminario tras seminario, nada parecía tocarlo. No se colocaba Tefilín ni guardaba Shabbat. Indiferentemente dejaba a su esposa observar el Shabbat y hacer lo que deseara, nuestras charlas parecían caer en oídos sordos. Simplemente él no estaba interesado. Un día, su esposa se me acerco. “¡Usted tiene que hablar con mi esposo! Ella suplico. Después de explicarle que presionarlo demasiado no era la decisión más sabia y que dejarlo crecer a su propio ritmo sería preferible, ella entendió. Pero, siendo la buena esposa que era, ella tenía la esperanza que el regresara y adoptara la hermosa vida del Judaísmo la cual ella se identificaba profundamente. Entonces fue allí cuando decidí que intentaríamos algo nuevo. Antes de que todos se reunieran a escuchar la charla filosófica, daría una clase corta de Guemará. Esperando que esto intrigara a su esposo, y tenía razón. David comenzó a asistir a las clases. Y le gustaban. En verdad le gustaban. Teniendo en cuenta su experiencia en computadores, la lógica sistemática y el proceso de pensamiento del Talmud tocaron fibras dentro de él. Y en efecto, el comenzó a tomar el estudio de la Guemará y se volvió más y más familiarizado con su hermosura y profundidad. Y entonces llegó el día del décimo Siyum HaShas, septiembre 28, 1997. Un amigo suyo que tenía un tiquete extra para asistir al gran Siyum en el Coliseo de Nassau Veterans Memorial en Long Island, Nueva York, lo invitó a asistir y el aceptó. Rodeado por miles de personas, David estaba maravillado por la fantástica escena de Judios reunidos juntos a celebrar el logro de aquellos que estudiaron las 2,711 páginas del Talmud. Y entonces llegó el momento en el cual comenzaría la travesía que cambiaría su vida. “¿Todos los que están aquí estudiaron todo el Talmud durante once años y medio?” “No creo que todos lo hicieron,” contesto su amigo, “pero estoy seguro que un gran porcentaje de ellos lo hizo.” “¿Todos son rabinos?” David pregunto. “No, muchos de ellos son doctores, abogados, técnicos de computadores y otros profesionales.” Cuidadosamente escuchando a su amigo y recibiendo el impresionante espectro de miles de Judíos dedicados, David estaba tremendamente conmovido. Y entonces comenzó. La siguiente mañana, empezó a asistir a la clase de Daf Yomi. Y lo mismo hizo el siguiente día, y el siguiente. Y así las siguientes tres semanas y los siguientes tres meses. Mientras que su esposa sabía que algo lo había inspirado, ella estaba más que sorprendida cuando escucho lo que él estaba haciendo exactamente y cuán lejos había progresado en tan solo unos meses. Cada mañana después de asistir a la clase de Daf Yomi, el continuaba rezando con un minyan y se colocaba Tefilín. Después de siete años y medio, David no era simplemente un espectador en el Siyum HaShas; él era un participante. Con dedicación estudiaba la Daf diaria cada mañana, él logro algo que simplemente años atrás nunca hubiera contemplado. Fue la noche antes del Siyum que llame a la casa de David. Su esposa contesto el teléfono. “Solo quería desearle a David Mazel Tov en el gran logro. Estoy muy orgulloso de él. Pero usted, como su esposa, también debe saber que privilegiada es. Su esposo es un ‘¡Shas Yid!’ Él es alguien que ha dedicado horas y horas de esfuerzo a lo más precioso y significativo.” Todo lo que pude escuchar al otro lado de la línea fueron lágrimas. “Lo sé,” ella dijo, “gracias”. Pero David no paro allí. El continuo y termino el Shas una segunda vez y profundizo en el entendimiento del contexto y la base de cada parte de la Guemará. Ahora con el logro de ser un analista de computadores y más el lograr ser un estudioso de Torah, David llego más allá de sus grandes sueños. Fue más adelante que me encontré con David en un seminario sobre Shavuot. Él había venido a escuchar las conferencias. Pero esta vez estaba acompañado por alguien muy importante en su vida: Su javruta (compañero de estudio). “Rabino,” él dijo, “me disculpo por no poder asistir a su clase, pero vine con mi javruta. Estamos estudiando el Shas por tercera vez b’iyun (a profundidad con sus comentarios), y programamos el tiempo para estudiar ahora…” Ahora ya sabes quién es David. Cada Judío, sin importar donde se encuentre en su vida, tiene la oportunidad de cambiar su vida de rumbo y construir un nuevo camino. Especialmente cuando se refiere al área de estudio de Torah, nunca nadie debe sentir que está muy viejo o ignorante para comenzar a descubrir los hermosos concentos y lecciones que la Torah tiene para enseñarnos. Incluso unos pocos minutos cada día van a sumar poco a poco hasta que se haya logrado algo que nunca hubiera creído que fuera capaz de hacer. Y todo esto es porque cada uno de nosotros es con toda certeza capaz de penetrar en la profundidad de la Torah y entrar en contacto con el más grande regalo que tenemos en este mundo. Sí, es cierto, el pequeño tu puedes llegar a ser más grande de lo que nunca imaginaste. Rabino Doniel Kalish וימת אהרן שם בראש ההר Y Aharon falleció en la cumbre del monte (Bamidbar 20:28) Describiendo el gran líder que Aharon HaCohen era, la Mishná nos cuenta que el “amaba la paz y buscaba la paz; amaba al pueblo y los acercaba a la Torah” (Pirkei Avot 1:12). Aun así, la Mishná no revela nada más. No nos informa acerca de cómo exactamente el fomentaba la paz y cerraba la brecha entre el pueblo y la Torah. El Rambam no nos deja con la incógnita. Nos revela de manera perspicaz la metodología efectiva de Aharon, El Rambam (ibíd.) declara: “Ellos decían acerca de Aharon, que cuando el sentía o escuchaba que alguien tenía mal carácter y había pecado, él iba a saludarlo, ser su amigo y hablar con él por largo tiempo. Entonces el individual se volvía autoconsciente y pensaba para sí mismo, ‘¡Que he hecho!’ Si Aharon supiera mis pensamientos y actos ocultos, nunca quisiera mirarme, ni siquiera hablar conmigo. El me ve como una persona de carácter refinado, y por eso se relaciona conmigo. ¿Qué puedo hacer? Hare que sus palabras sean verdad.’ Entonces la persona se arrepentía y se volvía uno de los estudiantes de Aharon y aprendía de él.” Como lo aclaro el Rambam, la forma en la que Aharon era exitoso en lograr un cambio idea en las personas era a través de una relación cercana con ellos y tratándolos con estima y admiración. Saliendo de su camino para invertir tiempo y esfuerzos en aquellos que el sentía que podían tener un cambio en su estilo de vida, él se disponía a validar y respetar aun a las personas más indecentes. E inevitablemente, no pasaba mucho tiempo hasta que estos individuos comenzaban a pensar en el tipo de personas que realmente estaba interesada en ellos. ¿Por qué alguien tan grande como Aharon muestra interés en alguien como yo que es tan grosero y tosco? Desprevenidos por la incongruencia entre su real comportamiento y la manera en que Aharon los recibía, ellos quedaban sintiéndose incomodos y confundidos. Lo que seguía era el deseo natural de justificar la percepción que Aharon tenía acerca de ellos. En vez de continuar por sus malos caminos, ellos volverían a arreglar su comportamiento. Simplemente, esa era la clave del éxito de Aharon. Con una actitud y enfoque que animaba y valoraba a los demás, el mejoraba sus vidas y forjaba nuevos futuros. Pero aparentemente hay algunos problemas. Como cualquier excelente educador sabe, no hay trucos o atajos cuando se refiere a jinuj. Las tretas no darán resultados positivos. ¿Cómo era Aharon efectivo? ¿Por qué nadie sospecho que Aharon simplemente estaba jugando un truco? Así mismo, podemos haber pensado que Aharon en verdad no se sentía de la forma en que se presentaba a sí mismo. ¿Tal vez, a pesar de todo, el proyectaba amabilidad y respeto simplemente para ganarse a las personas? ¿Quizás, con la esperanza de sacar a las personas de los caminos irreverentes, él estaba simulando amistad y ofrecía elogios falsos? Más aun, ¿Por qué fue la respuesta a los esfuerzos de Aharon una declaración rotunda, “¡Hare que sus palabras sean verdad!” Queriendo probar que Aharon estaba correcto en el juicio de su carácter, las personas buscaban tomar las acciones necesarias para mejorar. Entonces, ¿Por qué la reacción no fue lo contrario? ¿Por qué nadie se sintió, “Aharon es un mal juez de carácter y no esta en lo correcto al evaluar mi personalidad”? ¿Qué llevo a que la respuesta fuera un refuerzo positivo en vez de cínico pesimismo? En verdad, Aharon se estaba adhiriendo a uno de los grandes principios de instrucción positiva y guía de vida. En las palabras de Shlomo Hamelej, el hombre más sabio, - “אל תוכח לץ פן ישנאך הוכח לחכם ויאהבך” – “No reprendas al insolente, no sea que no te odie; reprende al sabio y te amara” (Mishlei 9:8). ¿Qué significa, pregunta el Ran (mayor comentario Talmúdico reciente), que debemos evitar reprender al insolente? Así como hay un mandamiento positivo de ponerse Tefilín y observar Shabbat, también hay una obligación de reprender cuando es necesario. Entonces, ¿Cómo puede decir Shlomo Hamelej que solo al individuo sabio se puede criticar? Abordando esta pregunta simple pero penetrante, el Maharam Shick explica de hermosa manera las palabras del verso anterior. Por supuesto que existe la necesidad para que cada individuo reciba, en el momento y lugar apropiado, guía constructiva y consejería. Shlomo Hamelej, sin embargo, está hablando de una idea totalmente diferente. ¿Cómo debes ver a la persona a la que estas reprendiendo? ¿Con que actitud te referirás a él? Es en respuesta a esto que Shlomo Hamelej dice, “Reprende al sabio.” Si tú ves a la persona a la que estas reprendiendo como un “insolente”, como alguien que es inepto, problemático y fracasado, tus palabras no solamente serán rechazadas, sino que generarán resentimiento. Por otra parte, si miras a la persona como si fuera “sabia” – ej.: importante, capaz y altamente respetable – tus palabras serán sinceramente aceptadas y acogidas. Tú serás querido y tu consejo será alegremente acatado. Y esto se debe a que fue dicho con legitima admiración, aprecio y cuidado. Cuando Aharon miraba a otro Judío, el veía más de lo que percibía el ojo. El reconocía que cada Judío dentro de sí ansia vivir una vida honesta, moral de acuerdo a lo ordenado por la Torah. El veía más allá de la fachada exterior y miraba su potencial y belleza interna. Y eso, en realidad, era la persona real a la que él estaba mirando. Escondido detrás del carácter áspero se encontraba una joya Judía. “En el fondo”, Aharon señalaba a la persona, “Tu eres alguien con tremendas capacidades y grandeza.” Aharon no hacia un show; el simplemente hablaba a la persona por su cualidad interna y verdadera de un Judío prístino. Y por esto era que los gestos sinceros de Aharon resonaban. La persona se daba cuenta que Aharon estaba correcto. “Yo soy importante y yo tengo algo que ofrecer. Ahora me voy a enfocar en hacer sus palabras verdaderas. Desde ahora, buscare mejorarme y seguir las enseñanzas de Aharon.” El método en el que Aharon cambio a los otros y nosotros cambiamos a otros es permitiendo que cada individuo vea lo mejor dentro de sí mismos. Al resaltar su prestigio interior y hacerlos sentir valiosos, significantes y amados, nuestras palabras de orientación entraran a sus oídos y alcanzaran sus corazones amablemente y de manera pacífica. Rabino Principal Warren Goldstein יען לא האמנתם בי Porque no creíste en Mi… (Bamidbar 20:12) “¿Hay otros Judios en el mundo?” Esa fue la pregunta que la nieta de Kaily Ray le pregunto a su abuela antes del Proyecto Shabbat. Fernley, Nevada es un pequeño pueblo con menos de veinte mil residentes en total. Casi no hay Judios allí, Pero Kaily Ray era uno de ellos. Kaily Ray emigro allí hace muchos años desde Australia para vivir con sus hijos y nietos. Ella no conocía otros Judios en la ciudad. Y entonces escucho acerca del el Proyecto Shabbat, y deseo poder contactar a otros Judios. Pero ella no sabía a donde ir porque Fernley no tenía ninguna organización Judía, ningún Shul y ninguna escuela Judía. Coloco un mensaje en line acerca del Proyecto Shabbat, ella escribió, “si hay algún Judío en Fernley, por favor contactar a Kaily Ray para el Proyecto Shabbat.” Seis familias la contactaron. Se reunieron para Shabbat, cada familia contribuyo con algo diferente. Una familia trajo copas para Kiddush, otra trajo candelabros que habían sido heredados, y otra preparo deliciosa comida para Shabbat. “Y ahora”, dijo Kaily Ray, “mi nieta sabe la respuesta a su pregunta.” Dentro de cada Judío está el anhelo de conectarse a Hashem y a su hermosa herencia que es la Torah. Todos somos “Maiminim b’nei maiminim,” creyentes los hijos de los creyentes. Nunca podemos subestimar el poder que tiene un Shabbat al tocar una vía Judía, una palabra de Torah para inspirar el crecimiento espiritual de un Judío o incluso una persona para cambiar el mundo. Todo lo que toma es un pequeño paso. Y antes que lo sepamos, este pequeño paso crecerá en un salto gigante. Un Corto Mensaje de la El Rabino Moshe Shapiro zt”l explica de manera profunda que, debido a la división milagrosa del Mar Rojo, el termino comúnmente utilizado para describir al pueblo Judío, o Hebreos – (Ivrim) עברים – recibe un nuevo significado. Puede ser leído como una contracción de dos palabras – עבר ים – “Cruzar el mar.” El espectacular evento de Kriat Yam Suf no fue solo experimentado por el pueblo Judío, pero los define. Somos una nación cuya existencia natural se extiende a lo sobrenatural. Somos un pueblo que vive por encima y más allá de los confines de la naturaleza. Nunca nos hemos o estaremos encerrados en estadísticas y pronósticos. Nosotros desafiamos todas las probabilidades e indomablemente salimos hacia adelante como una nación inextinguible guiada por la mano omnipotente de Di-s. |
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